Esta semana está siendo de lo más estresante que recuerdo ( aunque mi memoria para datos sin importancia o de importancia máxima es pésima) Supongo que cualquier persona que estudie o que desempeñe un trabajo de esos que no terminan aunque acabe la jornada laboral ( amén de losque tengan una familia que sacar adelante y a la que dar de desayunar zumo de naranja recién exprimido y tortitas con mermelada todas las mañanas) sabrá perfectamente lo que es el estrés. Pero es que yo lo vivo intensamente. A veces me dicen que en el fondo me gusta vivir estresada, y aunque yo niego ese componente oculto de masoquismo en mi personalidad, a veces yo también pienso que es verdad. Podría abarcar menos o sencillamente tomarme las cosas con mayor tranquilidad. Pero la filosofía nunca fue lo mío.
Además de las prácticas de Ecología, que empezaron hace un mes, esta semana han comenzado las prácticas de otras dos asignaturas, lo que significa pasar las mañanas completas en un laboratorio u otro. El lunes tuve Fisiología Vegetal, el martes Ecología y Análisis Genético, hoy he ido a la Escuela de Idiomas y mañana vuelvo a repetir con Análisis. Las prácticas no son lo que se dice especialmente entretenidas; por lo general, aunque quitan muchísimo tiempo y te obligan a comer todos los días en la Facultad, me gustan por el simple hecho de encontrarme en el laboratorio, enfundada en mi bata blanca y rodeada de artilugios que, ahora sí, y no como en el instituto, me dejan toquetear. Pero este año he de admitir que no son demasiado apasionantes: las de Ecología siguen impartiéndose en el aula de informática y ahoran intentan enseñar a nuestras duras cabecitas a usar la hoja de cálculo para representar gráficas, ajustar nubes de puntos y deducir relaciones matemáticas entre parámetros; la de Análisis fue sorprendentemente pasiva y teórica ( media hora de explicación, mezclar, incubar, otra media hora de explicación, sembrar, incubar) y las de Fisio, que son las más interesantes, tienen el incoveniente de que son extremadamente largas ( unas tres horas y media) y de que es obligatorio presentar un informe semanal. Sofa relax.
El informe emula lo que sería un trabajo de investigación serio, con introducción, material, métodos, resultados, discusión y conclusiones: casi da rabia que nos preparen para algo que seguramente lá inmensa mayoría de nosotros nunca tengamos posibilidad de presentar... Hay que entregar un informe de cada práctica por parejas, la mía es Neo y ayer estuvimos dos horas en la biblioteca batallando contra nuestras lagunas en conocimientos estadísticos. Finalmente hemos llegado a un mutuo acuerdo de no agresión con la media y la desviación típica, y este fin de semana me ocuparé de redactar toda la parafernalia teórica, de la cual prefiero ocuparme personalmente. También este fin de semana he de hacer los ejercicios sobre radiación del último seminario de Ecología, que consisten básicamente en protocolos matemáticos y en el empleo del Excel, programa con el que me manejo a un nivel bastante mediocre, por no decir penoso. Once me echará una mano ( con el ordenador, no con lo que estáis pensando, degenerados), y una vez que entre ambos hayamos dilucidado los entresijos de esta varita mágica informática que se perfila como una ayuda inestimable en el futuro, intentaremos meterle mano ( también en un sentido completamente casto y puro) al trabajo acerca de las prácticas que realizamos en el Centro de Experimentación Hutchinson ( del que ya hablé en otro post) y que hemos de entregar antes de Navidades.
http://www.galeriasdeltresillo.com/butacas-sillones-relax
Además de las prácticas de Ecología, que empezaron hace un mes, esta semana han comenzado las prácticas de otras dos asignaturas, lo que significa pasar las mañanas completas en un laboratorio u otro. El lunes tuve Fisiología Vegetal, el martes Ecología y Análisis Genético, hoy he ido a la Escuela de Idiomas y mañana vuelvo a repetir con Análisis. Las prácticas no son lo que se dice especialmente entretenidas; por lo general, aunque quitan muchísimo tiempo y te obligan a comer todos los días en la Facultad, me gustan por el simple hecho de encontrarme en el laboratorio, enfundada en mi bata blanca y rodeada de artilugios que, ahora sí, y no como en el instituto, me dejan toquetear. Pero este año he de admitir que no son demasiado apasionantes: las de Ecología siguen impartiéndose en el aula de informática y ahoran intentan enseñar a nuestras duras cabecitas a usar la hoja de cálculo para representar gráficas, ajustar nubes de puntos y deducir relaciones matemáticas entre parámetros; la de Análisis fue sorprendentemente pasiva y teórica ( media hora de explicación, mezclar, incubar, otra media hora de explicación, sembrar, incubar) y las de Fisio, que son las más interesantes, tienen el incoveniente de que son extremadamente largas ( unas tres horas y media) y de que es obligatorio presentar un informe semanal. Sofa relax.
El informe emula lo que sería un trabajo de investigación serio, con introducción, material, métodos, resultados, discusión y conclusiones: casi da rabia que nos preparen para algo que seguramente lá inmensa mayoría de nosotros nunca tengamos posibilidad de presentar... Hay que entregar un informe de cada práctica por parejas, la mía es Neo y ayer estuvimos dos horas en la biblioteca batallando contra nuestras lagunas en conocimientos estadísticos. Finalmente hemos llegado a un mutuo acuerdo de no agresión con la media y la desviación típica, y este fin de semana me ocuparé de redactar toda la parafernalia teórica, de la cual prefiero ocuparme personalmente. También este fin de semana he de hacer los ejercicios sobre radiación del último seminario de Ecología, que consisten básicamente en protocolos matemáticos y en el empleo del Excel, programa con el que me manejo a un nivel bastante mediocre, por no decir penoso. Once me echará una mano ( con el ordenador, no con lo que estáis pensando, degenerados), y una vez que entre ambos hayamos dilucidado los entresijos de esta varita mágica informática que se perfila como una ayuda inestimable en el futuro, intentaremos meterle mano ( también en un sentido completamente casto y puro) al trabajo acerca de las prácticas que realizamos en el Centro de Experimentación Hutchinson ( del que ya hablé en otro post) y que hemos de entregar antes de Navidades.
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